Nuevos tiempos, nueva política

He participado este fin de semana en la Conferencia Política Nuevos Tiempos-Nueva Política, que cada cuatro años celebramos el conjunto de los socialistas españoles. Es un encuentro abierto a la ciudadanía, en él han participado con voz y voto representantes de la sociedad civil. Además en esta edición las nuevas tecnologías han tenido una especial relevancia como instrumento de participación y diálogo. Más de 70.000 entradas por internet así lo confirman. Estos encuentros nos permiten, de forma serena, reflexionar, dialogar y debatir sobre el presente y el futuro de nuestro país.
La conferencia ha efectuado un balance del trabajo desarrollado durantes los últimos años, analizando los impactos sociales de las medidas que se han puesto en marcha, actuaciones que obedecen a un espíritu renovador en el mundo de las ideas y en una aproximación intensa a las necesidades de la sociedad actual.
Pero el tiempo no se detiene, y se abren nuevos retos, que han de abordarse con nuevas respuestas, con la ampliación de nuestros derechos, y fundamentalmente con la transformación de nuestras ciudades.
He participado directamente en la Comisión de Nuevas Ciudades, una de las cuatro comisiones de trabajo.
La ciudad tiene una función social de espacio de pedagogía cívica, de escuela de convivencia, de uso público razonable y sostenible. La ciudad ha de sentirse reforzada como lugar de encuentro de retos y soluciones, de dificultades y complicidad, de serenidad y mejora de las condiciones físicas, y debe experimentar nuevas vías de socialización de alternativas relacionadas con la creatividad y el conocimiento. Sobre estos principios han discurrido nuestras reflexiones.
Las Jornadas han continuado poniendo de manifiesto temas como profundizar sobre las causas de la violencia de género, consolidar el papel de la mujer en nuestra sociedad, fortalecer nuestro cine, el fomento de la lectura, ampliar los derechos civiles.
Propuestas que han avalado las iniciativas desarrolladas con el fin de buscar la paz en Euskadi, y la inmigración, sin matices, pero sin demagogias, sin menosprecio, pero sin tripas; en fin, una convención de futuro para trabajar juntos transformando nuestra sociedad.