27 de febrer 2006

El viaducto, en marcha

Desde hace un par de días, las vallas ya no permiten pasar por la acera que había bajo el puente de Renfe, y los peatones se deben desviar por la entrada del campo de futbol. Aunque parece un inicio modesto para una infraestructura de gran importancia como va a ser el nuevo viaducto (con cerca de diez millones de euros presupuesto, y unos quince meses de obras), eso supone que centenares de personas que diariamente pasaban por esa acera de menos de un metro de ancho ya pueden percibir ese síntoma de la gran transformación que va a haber en el lugar en los próximos meses.
Esa acera ha pasado a la historia, como también lo hará el recuerdo, durante años, de la separación entre la parte alta y baja de la ciudad.

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