10 de març 2008

Sandra Carrasco

Este nombre quizás no les sonará, a mí hace tres días, tampoco, ojalá hubiera continuado siendo así. Pero la maldita lacra del terrorismo me forzó a conocerla. Sandra es la hija de Isaías Carrasco, asesinado por pistoleros de ETA el pasado viernes en Arrasate-Mondragón cuando iba a trabajar.

El sábado estuve en Arrasate-Mondragón, fui a dar testimonio del dolor y la indignación que sentimos todos ante la barbarie de la violencia. Tengo una especial relación con aquella tierra y con muchas personas del entorno socialista de allí.

La familia Carrasco es como muchas familias de aquí, gente trabajadora, humilde, que hace de sus ideas un motor para convivir y mejorar su entorno, que trabajan promoviendo la tolerancia y la solidaridad para mejorar sus vidas y las de sus vecinos.

Ayer, cuando conocí el resultado electoral y la victoria socialista, mi primer pensamiento fue para Sandra, por su fortaleza y su templanza. Cuando me despedía de ella en el funeral de su padre me dijo “adelante”, esa mujer de 20 años nos reclamó a todos con su valentía y su firmeza mirar de frente, sin agachar la cabeza, soportando el temporal del presente pero sin resignarnos a tener un futuro mejor.

Ayer su imagen volvía a mi, por eso espero que nadie olvide que los que agreden a las víctimas del terrorismo son solamente los miembros de ETA, nadie más agrede a los ciudadanos, nadie más, sólo ETA.

Desde la honestidad, la lealtad, la prudencia, la fortaleza, la templanza y la justicia felicito a la gente de mi país por haber contribuido con su participación a una nueva victoria de la democracia.

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