Múltiples realidades, respeto y convivencia

Ha sido un fin de semana largo. En el puente del Pilar el barrio de Sant Ildefons ha celebrado sus fiestas, llenas de vitalidad, de contrastes y de realidades diferentes que conviven armónicamente. El pregón del jueves lo realizó Ernest Benach, president del Parlament de Catalunya y con él coincidí en la obligación que tenemos los responsables políticos de dar respuesta a las cosas del día a día en todo lo que afecta a la calidad de vida y bienestar de las personas.
El viernes, la comunidad islámica de Altauba me invitó a celebrar el fin del ramadán, en un acto sencillo en que un grupo de niños y niñas cantaron canciones de bienvenida en catalán y en el que intercambié impresiones acerca de la importancia de fortalecer la confianza, de cómo todos y todas somos iguales en derechos y deberes y en como estamos obligados a trabajar juntos para construir espacios de respeto y convivencia que eliminen voces y sonidos discordantes.
Me acerqué también a la plaza del Pilar y vi después de la misa como todo el mundo disfrutaba de la actuación de los castellers y el sábado de los grupos de bailes y la noche mágica de los Diables y sus dragones de fuego, participando todos del gran colorido de unas fiestas en las que se dan la mano diferentes tradiciones en un ambiente de armonía y respeto. También he tenido ocasión de hablar de forma distendida con diferentes grupos de personas. Un niño se acercó para decirme que la tirolina de la plaza Prat de la Riba no funcionaba, otros me hacían llegar sus quejas y varios grupos de jóvenes me dijeron “pisos para todos” les dije que ese era un objetivo imposible, y entonces me contestaron entonces para algunos (menos da una piedra, pensé). Juntos trabajamos para seguir creciendo en ese y otros ámbitos, porque la suma de esos “unos” es lo que hace que poco a poco la ciudad vaya progresando en bienestar. Para todo eso, la ciudad necesita sosiego, diálogo y respeto.