26 de març 2007

Reconocimiento al trabajo en educación, solidaridad e integración

El viernes celebramos la gala de los Premios Ciutat de Cornellà,un reconocimiento público de la ciudad a todas aquellas personas, empresas o entidades emprendedoras que trabajan diariamente y que tienen ilusiones, inquietudes, espíritu solidario y grandes dosis de humanidad, con compromisos sociales, que evolucionan y buscan avanzar y mejorar. La importancia de estos premios radica en que todos, premiados y nominados, tienen esos rasgos y perfiles.
Este año el Premi Ciutat de Cornellà ha sido para la tripulación del barco “Francisco y Catalina” que nos dio el pasado mes de julio una lección de generosidad, de confianza en las personas, de humanidad y de gran solidaridad.
La educación ha tenido también especial protagonismo en esta edición. La ciudad es como apuntó el director del IES Francesc Macià, premio de Humanitats de este año, una factoría de personas de gente llena de inquietudes como también pone de manifiesto diariamente el IES Esteve Terrades, premio de Honor de este año, con más de 30 años formando en valores y aportando además innovación y calidad educativa. También es importante el valor de las pequeñas acciones como la que realiza la companyia de Teatre Els Cucs dels Pins, otro de los nominados.
El entusiamo es también un rasgo diferencial de todos ellos, la entrega de personas como Salvador Montell y de entidades como la Peña Cultural Recrativa de Dominó mueven el carácter asociativo y cultural de la ciudad.
Es cierto también que la voluntad y el trabajo constante dan sus frutos, y que se puede crecer, tener beneficios y ser una empresa socialmente responsable. Hablo ahora de los casos de Mª José Ramírez fundadora de la empresa MAPI ejemplo de constancia, de superación y de integración o de la importante labor del Gremio de Instaladores, de la apuesta de comercios como Marsimar o empresas como Ninco por crear empleo en la ciudad.
La ceremonia de estos premios son igualmente un acto en el que también centran la atención en temas que nos preocupan y de especial sensibilidad. Este año ha sido el futuro de nuestro planeta, el cambio climático y la escasez de recursos.
Pero como dije el viernes, la escasez no sólo se limita al ámbito de estos recursos naturales, la escasez también se refleja en los valores, en la falta de diálogo, de sentido común, de sensibilidad y como no de solidaridad.
Como he dicho los miembros de la tripulación del barco “Francisco y Catalina” son un ejemplo para todos nosotros. Muchas veces nos olvidamos de que el objetivo fundamental de nuestra existencia es vivir, crear un proyecto vital y ello supone en ocasiones sacrificios y esfuerzos. El futuro y la realidad de las ciudades son sus personas, debemos tener en cuenta que la integración es un deber y un derecho y que todos debemos ser conscientes de que es un reto que nos hará crecer y ser más fuertes como ciudad y como personas.

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