El cierre de Braun

El viernes, a primera hora de la mañana, me enteré de la decisión de la empresa Braun de cerrar su planta en Esplugues de Llobregat. Ese mismo día me puse en contacto con el Ayuntamiento de esa ciudad y con los secretarios de los sindicatos de CC.OO y de UGT del Baix Llobregat, Aurora Huerga y Juanjo Casado, para ver cómo podemos actuar y presionar contra este disparate. En esa misma línea, el sábado, en un encuentro de socialistas, pude hablar del tema con el Ministro de Industria, José Montilla, el conseller de Treball i Indústria, Jordi Valls, y Ciriaco Hidalgo, Secretari General del Departament de Treball i Indústria.
El cierre de Braun, del que no comparto ni la forma ni el fondo –anunciarlo además tres años antes de que se produzca sólo puede perseguir un objetivo, crear angustias, miedos y divisiones entre los trabajadores- es un drama que afectará a muchos trabajadores pero será especialmente dramático en los casos de familias enteras y hay que pensar que componen su plantilla un 40% de mujeres de más de 50 años.
Este fin de semana, ya he hablado con personas directamente afectadas y les he transmitido que desde el Ayuntamiento, y yo personalmente, trabajaremos para disminuir el impacto, sin medias tintas ni promesas, pensando y sabiendo todos que no será fácil encontrar una salida a los afectados.