Trabajo en equipo

Esta semana he tenido el placer de conocer a Pepu Hernández, el entrenador de la selección española de baloncesto, los recientes ganadores del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Vino a Cornellà invitado por el Club Bàsquet Cornellà, a participar en una charla con motivo del 30 aniversario de su Escola de Bàsquet.
Desde luego, la gesta que realizó este equipo en el mundial de Japón fue brillantísima. Y en gran parte gracias a precisamente eso, a su trabajo en equipo, a la cohesión que Pepu Hernández consiguió infundirles desde el primer día a base de honestidad, optimismo y coraje.
La fuerza del equipo quedó demostrada cuando tuvieron que afrontar el partido más decisivo sin su máxima estrella, uno de los mejores jugadores del mundo. La gran capacidad de Pepu Hernández ha sido aunar las voluntades del grupo dirigiéndolas exclusivamente al objetivo común, el éxito, la victoria.
Ese esfuerzo, ese valor, han convertido a este entrenador y a todo el equipo en un referente excelente. La cohesión de equipo se ha impuesto a las individualidades, sumándolas todas sin perder un ápice de calidad.
Es un ejemplo evidente, del que todos podemos aprender, de cómo se debe conducir un proyecto sólido para contar con las mayores garantías de éxito: todos sabemos de la calidad individual y de la capacidad de los jugadores, pero hace falta trabajar y trabajar para convertirse en un conjunto ganador.